Un viaje de exploración al interior de Piscis
Para el día de hoy y en el horoscopo del signo piscis, revelaremos el rasgo más notable de este desapasionado fenómeno de la naturaleza: su puntualidad. Las personas de signo Piscis resaltan por tener una interpretación propia de la exactitud, tienen la comodona costumbre de llegar siempre los últimos. Y sus vestiduras, raídas por el mal uso, embadurnadas en alcohol: perfume de sus noches bohemias. Un descuido de su apariencia que en realidad no lo es tal, es más bien un estilo propio muy artístico a su manera. Es muy difícil enojarse con un Piscis y, si por alguna razón lo consigues, de seguro perderás las ganas de estarlo al contacto con su tierna mirada.
Las andanzas de Piscis
Su actitud es abierta y fresca. No tienen necesidad de fingir, simplemente no les interesa asumir un papel artificial. Se muestran siempre tal como son, pero no con la actitud decidida y ensimismada de un Aries o un Leo o con la franqueza de un Tauro, reservada para sus más allegados. Un Piscis se mueve sin máscaras en el océano del mundo, tratando del mismo modo a cualquier persona, amiga o enemiga.
En el horoscopo del signo Piscis descubrimos su naturaleza contemplativa. Posa sus ojos sobre cualquier tipo de actividad, como si de veras se interesaran por algo; lo cierto es que son inmunes a las experiencias más extraordinarias de la vida, esto ocurre así porque de continuo se dejan dominar por estados de arrobamiento extático. Incluso cuando no hay algo notorio que ver, la quietud tiene para Piscis muchas cosas sobre las que desplegar la adormidera de sus sueños.
Las apariencias a veces engañan
Cualquier persona que comienza a conocerle se hace la idea de que es un ser indiferente, quien sólo piensa en sí mismo y que adolece de desinterés por las cosas importantes de la vida. No obstante, los piscianos viven la vida con mucha implicación; pero no se envuelven en las actitudes de lucha y competencia que caracterizan al resto de los humanos. No son seres exigentes; por el contrario, se adaptan a cualquier situación sin proferir la más mínima queja; no por determinación y coraje sino porque casi les da lo mismo una situación u otra.
Sorprende que entre tanta vida informal y espontánea, con alcohol y drogas exudando de sus poros, encontrar tanta humanidad en su carácter. Las personas de Piscis son las que más padecen en carne propia el sufrimiento de las demás personas, incluso más que los virginianos. Ese desinterés aparente por el destino de su propia vida, transmuta en interés total e incondicional hacia los demás.
Hay un prisma de sentimientos dándose lugar en las entrañas de su espíritu. A través de sus emotivos ojos y en la bella y pacífica sonrisa con que reciben a quien incluso les hace mal, se despliega su vitalidad, su grandeza de sentimientos.
No se involucran en actividades que a los demás los hace sentir realizados. La historia de un deportista que llegó a las últimas instancias de un campeonato, solo para renunciar en la última ronda, es explicativa de lo que es un Piscis. Quizá se pueda creer que lo hizo para dar gusto a su ego o para intentar aplacarlo; pero esta explicación no estará de acuerdo con lo que es la naturaleza de Piscis.