Luces y sombras nos muestran el interior de Leo
Leo tiene como una de su cualidad más preponderante el egocentrismo y casi una idolatración por la belleza externa y la apariencia física. Esto los convierte en esclavos de sí mismos y generalmente es algo que se les escapa de su control. Cuando uno habla con ellos al respecto no lo reconocen de esta forma y niegan que sea algo que no puedan manejar pero lo cierto es que llegan a sufrir mucho y es una de las peores “oscuridades” en la que navega gran parte de su existencia. Sin embargo pueden poner en práctica parte de sus talentos y seguro que logran transformar la oscuridad en luz.
Las tinieblas por las que transita Leo
Los leoninos son personas que se exigen mucho y parte de ello es lo que les permite llegar a ocupar posiciones de gran poder. Se lo proponen y lo logran pero a expensas de mucho sufrimiento también. Desde muy jóvenes los leoninos suelen plantearse metas muy ambiciosas y comienzan a trabajar duro para alcanzarlas. No obstante y cómo nos sucede a todos en alguna parte de nuestra vida, el fracaso es algo que llega o por lo que todos debemos transitar. En el caso de Leo cuándo el aspecto profesional va mal, este se deprime de manera tal que su autoestima comienza a verse degradada.
Es aquí donde los leoninos sienten que no pueden cargar con esa cruz y dado que son tan vanidosos no pueden pedir ayuda. Alguien que los conozca mucho en verdad puede salir a su rescate, en otro caso permanecen solos en su sufrimiento. Otra gran debilidad de este signo que los hace transitar por dimensiones muy oscura es la gran ansiedad y la poca paciencia que tienen. Al principio a ellos mismos les parece que esta cualidad no es negativa pero a medida que van madurando se van dando cuenta que lejos de ser una virtud, es un gran defecto que los condena.
La gran luz de Leo
Los leoninos son uno de los signos más dominantes del zodíaco, algo así como que los leones son los reyes de la selva. Cuándo atraviesan momentos difíciles ellos saben de dónde sacar la fuerza que les permitirá no solo recuperarse de una caída sino que triunfar contundentemente. Esa fuerza sumada a la gran imaginación y creatividad hace que los leoninos brillen especialmente en el terreno del arte. Cuándo un leonino está en su momento de mayor creatividad puede sorprender a los de su alrededor, pues destella energía y belleza en todo lo que hace.
Cuándo un leonino ve el camino mediante el cual puede acceder al poder o al éxito entonces no se detendrá. Sea cuál sea la profesión que realicé, los leoninos brillarán con perfección y profesionalismo al punto de que sus compañeros, incluyendo a sus jefes, los admiren profundamente. Esto alimenta el ávido apetito de su ego y saca de él todo lo mejor, un leonino busca ser admirado y estar en la boca de todo el mundo.